Esto ya no lo necesitas

 

Después de toda una semana pensando en por fin hablar contigo de mis sentimientos, cosa que me cuesta muchísimo, pero que sabía que tenía que hacerlo, y que se había dado la oportunidad ya que me habías invitado a salir, pensé que era el momento correcto y se lo conté a mi mejor amigo el cual me deseó suerte como hacen los amigos, y ahí estoy arreglando mi piso por si te querías venir un rato conmigo, dejándolo mas ordenado que no le envidiaba nada a como me lo solía dejar la chica de la limpieza. Voy al sitio donde habíamos quedado y resulta que has llegado a la cita, un poco impuntual pero dentro de los limites aceptables, y te veo y me acerco contento hacia ti, pero veo que no estás sola, y me pregunto que hace él aquí, me pasan algunas ideas por la cabeza, quiero pensar que te lo has encontrado en el camino, pero no hago preguntas solo lo saludo, y damos un paseo los tres juntos, siento que tengo un mal semblante pero en todo momento trato de no pensar mal y sonreír, en el bar me paro y pido unas bebidas y sin querer miro hacia la mesa y los veo besarse, pero ha sido solo medio segundo tal vez, así que pienso que desde mi campo de visión pude haberme confundido, vuelvo con las bebidas y trato de hacer como que no pasa nada pero por dentro siento unas ansias por salir corriendo. Pasa el tiempo y tu acompañante se despide me da la mano y veo que te da un beso en la boca de despedida, pretendo que no ha pasado nada y sigo contigo, aunque por dentro siento como si se desprendiera una parte de mi. Seguimos juntos un rato mas, y considero que lo mas prudente es no decirte nada y hacer que no me ha importado, y aunque siento ganas de llorar no lo hago, cuando nos despedimos tengo una sensación de amargura. me pregunto en por que lo has hecho y me paso un par de días un poco desorientado, pero después comprendo que no has hecho nada malo por que tu no sabías nada y que tampoco tienes que contarme todas las cosas que te pasen aunque yo si lo haga y te cuente hasta cosas que ni a mi familia le cuento. Después me preguntas si me pasa algo y yo digo que no, aunque en ese momento aún estaba afectado pero decidí que no, que no me pasaba nada y que puedo seguir adelante, quizá ya no te vea igual, quizá ya no te hable igual, quizá ya no me permita sentir lo mismo, pero ya el tiempo dirá.